jueves, 8 de noviembre de 2007

La guerra de Arauco

La Guerra de Arauco fue un prolongado conflicto que enfrentó a los hispano-criollos del reino de Chile contra el pueblo mapuche, y algunos aliados tales como los huilliches, picunches y cuncos en la zona comprendida entre el Río Biobío y el Seno de Reloncaví; situándose principalmente la mayor parte de ella entre Concepción y la zona costera de la actual VIII Región del Biobío y I Región de la Araucanía. Este conflicto acaeció en un lapso de 347 años, pero con diferentes grados de intensidad, llamándose "guerra armada" propiamente tal, alrededor de la mitad de ese periodo.

Características de la Guerra de Arauco

Cuando los conquistadores españoles, dirigidos por Pedro de Valdivia, llegaron a la región del Bío Bío tenían un vago concepto sobre la belicosidad de los indígenas, pero debido a sus experiencias en México y Perú esperaban un pronto y fácil sometimiento por las armas de estos pueblos a la corona y su posterior evangelización.
Sin embargo, no fue así; los conquistadores se enfrentaron a los mapuches, quienes plantearon una dura oposición, a la que también se asociarían los Huilliches, Picunches y Cuncos, colocando en los más duros aprietos la conquista y colonización de sus territorios. Los Mapuches previamente ya tenían experiencia reciente en relación a enfrentar a ejercitos extranjeros, ya que se habían enfrentado aprox. unos 80 años antes a los ejercitos incas comandados por Túpac Yupanqui en la zona del río Maule en la llamada Batalla del Maule, estableciéndose de esta manera los límites del Imperio Inca en la ribera de este río, a unos 250 km al sur de la actual capital de Chile, zona habitada por los picunches.
Según varios cronistas españoles, y la posterior tradición popular chilena, los mapuches ("gente de la tierra" en idioma mapudungún) no se amedrentaban, luchaban aun en la noche, altamente organizados, aprendían rápido como enfrentar a los españoles, y eran un pueblo cohesionado en su espíritu guerrero. Consideraron que el comportamiento del conquistador podía llegar a ser despiadado, ambicioso y cruel con sus enemigos, y que podría mirar al indígena como un ser inferior, invadiendo sus ancestrales tierras y ocupándolos en labores agrarias y pesadas, contraponiendo sus intentos de evangelización a tradiciones. Estos conceptos se resaltan en la obra épica "La Araucana", escrita a principios de la colonia por Alonso de Ercilla.
Estas razones ocasionaron una reñida guerra de guerrillas, sin mostrar un vencedor evidente, pues tan feroz fue la resistencia mapuche que los conquistadores se vieron obligados varias veces a despoblar y a retirarse de las zonas territoriales indígenas.
Hubo más de un momento en que la colonización de Chile estuvo a punto de detenerse.
La Guerra de Arauco fue un quebradero de cabezas para los reyes Carlos V, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y el Virreinato del Perú, por su irresuelta situación constante en el tiempo, su alto costo pecuniario y de vidas.
Hubo muchos combates en que alternativamente la victoria se pasaba de bando en bando. Asimismo hubo intentos de paz y períodos de paz aparentes seguidos de largos períodos de estado de guerra. Los españoles se convencieron finalmente de que cualquier intento de paz era inútil y que sólo obtendría la victoria por la fuerza.
Las pestes tales como el tifus, la viruela y otras enfermedades, afectaron gravemente a los indígenas, entorpeciendo su participación en la guerra. La guerra se fue desgastando en el último tercio debido al mestizaje entre los ibéricos y mapuches, ya que el indígena se suponía que tenía predilección por las mujeres españolas y los conquistadores españoles no tenían muchas mujeres consigo. En el fondo, los hombres de ambos bandos secuestraban a las mujeres del enemigo. Por eso es que es difícil hallar una "raza" pura o predominante en Chile.


Duración del conflicto

Suele indicarse como fecha de inicio de este conflicto la Batalla de Reinohuelén, librada en 1536 entre parte de la expedición de Diego de Almagro y un cuerpo numeroso y bien organizado de soldados, en la confluencia de los ríos río Ñuble e Itata, pero históricamente se asume que se inició con Pedro de Valdivia en 1544 con la Batalla de Quilacura.
Su término es, sin embargo, más difuso. Si bien a partir de 1609 cada gobernador de Chile celebraba "Parlamentos" con los caciques mapuches, en los cuales se discutía la mantención de la tregua entre ambas partes, los enfrentamientos fueron numerosos y no terminaron completamente hasta 1883, con el proceso conocido como Pacificación de la Araucanía

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